“Bienvenido”
Primer Recuerdo:
Poco pude ver a través de la
venda. Alguien desconocido me guiaba en el recorrido de los largos pasillos e
incontables escaleras que integraban ese lugar, laberíntico a mi parecer. Siempre
hacia abajo, sin retorno. El extremo silencio que reinaba solo era interrumpido
por mi entrecortada respiración y el eco de mis temblorosos pasos que me
llevaban sin remedio hacia un destino desconocido, pero desafiante.
Al cabo de un rato que no supe
medir nos detuvimos. La venda se aflojó y cayó al suelo. La oscuridad aún predominaba,
pero pude distinguir ante mí una puerta de metal, que al estar entreabierta,
dejaba escapar algo de luz del interior. Me giré, pero ya no había nadie, quien
quiera que fuera, se esfumó como un fantasma entre la intensa oscuridad que
ocultaba el camino recorrido hasta ese paso final. Sin pensármelo dos veces,
empujé la puerta para ver que se escondía tras ella.
Una ligera corriente me dio la bienvenida |
Una mesa y un ordenador, eso es
todo lo que encontré. Una sala extremadamente pequeña, fría y húmeda. Las
paredes de hormigón no ofrecían un ambiente demasiado acogedor, solo el flexo
que iluminaba mi próximo lugar de trabajo me tranquilizaba de cierta manera.
Al instante en el que dí mi
primer paso dentro de esa “celda”, la puerta se cerró tras de mí
sobresaltándome con un fuerte portazo. Ya no había marcha atrás, sabía a lo que
venía, así que con decisión fui a sentarme en la silla para empezar cuanto
antes con mi tarea.
En la mesa, una nota escrita a
mano cuya letra me era extrañamente familiar.
“BIENVENIDO”
Grande Albertini
ResponderEliminarVaya artista...!!a llegar muy lejos,suerte!!
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